sábado, 4 de abril de 2020

A MI JUEGO ME LLAMARON



Como un espejo
 o un charco de agua en el barro,
Escribir 
tiene esas metáforas 
que acontecen 
cuando no esperas, al tiempo.

Caminar 
se parece a escribir,
Encontrarse a cada paso 
la realidad.
Escribir puede ser 
un martillo a la terquedad, 
un abismo a la verdad.

Escribir 
no es un acto individual.

La palabra busca 
liberarse 
de quien la sienta, 
para que otros la hagan propia 
cuando les resuena el eco
 de lo que se dice.

Escribir 
no es apropiarse de la rima
 o de la prosa, 
es dejarse escribir 
por lo que se piensa.

Ya el pájaro no pertenece a la jaula de la Razón.

Escribir 
es desmontarse 
de uno mismo, 
para desapropiarse de su pensamiento
 dejando una grieta
para que otros ardan
 el sentido de lo que uno “cree” que dice.

Escribir no es un acto individual.
Ya el pájaro no pertenece a la jaula de la Razón.

Constanza Llopart

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